Ele ficou conhecido como "o pai de Pablo" e foi minha estréia na comunicação política. Lo creé en la campaña presidencial de 1999 cuando Eduardo Duhalde competía contra Fernando de la Rua y su Alianza.
Si lo ves hoy, el comercial te va a parecer antiguo y sin mucho encanto. Pero detrás de esa publicidad hay algunas historias interesantes. Fue la primera vez que dos personajes de ficción (Pablo y su Papá) discutieron en la televisión sobre el rumbo que debería tomar el país.
Todo comenzó cuando la campaña de la Alianza puso en el aire un comercial del genial Ramiro Agulla donde Pablo y su familia aparecían de espaldas porque el gobierno les había visto cara de estúpidos.
Ese comercial era una herida de muerte para el recién lanzado slogan de campaña de Duhalde, El Mejor Cambio. La agencia de Duda Mendonça, comandada en la época por Joao Santana, había creado ese slogan después que las encuestas mostraran que más de 70% de los argentinos querían un cambio político en el país. La tentativa de la campaña de Duhalde era discutir cuál era el mejor cambio para la Argentina: De la Rúa o Duhalde, que ya se había distanciado de Menem.
El comercial de Ramiro era certero: ¿Cómo puede representar un cambio alguien que está hace 12 años con el actual gobierno? El mismo día en que “Pablo” apareció en la televisión, yo entraba en el bunker de la campaña con la misión de “darle una mano a los brasucas para entender este país de locos”. Pero los que estaban como locos eran los brasileros que supieron al instante que era imprescindible responder o su campaña estaría casi perdida.
Como nadie me prestó atención decidí sentarme y esperar a que las cosas se tranquilizaran. Hasta que uno de los creativos brasileños me preguntó si había visto el comercial de la Alianza. Le respondí que sí. Me preguntó si me había parecido bueno. Le respondí que sí. Estamos pensando cómo responder, me dijo, si se te ocurre algo escribilo. Y fue lo que hice. Escrevi um texto de dez linhas de uma só vez, sem muita reflexão ou edição, no qual o pai de Pablo respondeu a seu filho.
El comercial tuvo impacto. Los noticieros hablaban de él y los programas de humor también. CQC hizo una sátira donde aparecían una antigua novia del secundario de Pablo que había quedado embarazada y le reclamaba paternidad y un tío de Pablo que le reclamaba una plata que le había prestado. Eso obligó a la Alianza a retirar el comercial de Pablo del aire. El contraataque había funcionado y yo, casi sin saberlo, comenzaba mi carrera en la comunicación política. La saga de Pablo y su Papá ganó su lugar en la historia de la campañas electorales. Eles são discutidos no excelente livro de Alberto Borrini, "Cómo se vende un candidato" e também neste documentário sobre as campanhas eleitorais argentinas.
En fin, estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado y tener un adecuado minuto de inspiración cambió mi vida. Seré grato a Pablo y su Papá por siempre. Como el primer amor, el primer comercial nunca se olvida.